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En Sener, participamos en diversos proyectos en los que la descarbonización es uno de los objetivos primarios. De hecho, la construcción y rehabilitación de edificios cero emisiones o con neutralidad de carbono es una tendencia cada vez más consolidada, dada la importancia que tiene en términos de sostenibilidad, gestión de recursos y confort de sus habitantes, visitantes y usuarios.
El sector hospitalario, como gran consumidor energético, también avanza en esta línea, un ámbito en el que Sener acumula una sólida experiencia práctica.
Hacia hospitales de emisiones cero
La búsqueda de emisiones cero se convierte en una prioridad en sectores como la construcción y la arquitectura, también, por supuesto, en la ingeniería hospitalaria.
Un edificio de emisiones netas nulas (Net Zero Carbon Building) se define como aquel cuya concepción arquitectónica, sistemas constructivos e instalaciones están diseñados y dimensionados para que el balance energético y de emisiones de carbono derivado de su operación sea igual a cero en un horizonte anual. Esto implica que el edificio no produce emisiones directas de CO₂ asociadas al consumo de combustibles fósiles in situ y que la demanda energética residual es cubierta íntegramente mediante fuentes renovables, ya sean de producción local (fotovoltaica, solar térmica, geotermia, biomasa) o mediante adquisición de energía certificada con garantías de origen.
La consecución de este objetivo se basa en adoptar diversas medidas que idealmente han de ser aplicadas desde la fase de diseño del proyecto, aunque también pueden incorporarse en intervenciones de rehabilitaciones orientadas a la eficiencia energética.
Los aspectos más importantes sobre los que trabajar para alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono en proyectos de edificación son:
- Diseño pasivo del edificio: envolventes térmicas de altas prestaciones, control solar, hermeticidad, y estrategias bioclimáticas que minimicen las cargas térmicas.
- Sistemas activos de alta eficiencia: HVAC con recuperación de calor >80%, producción mediante bombas de calor eléctricas de última generación (COP/EER elevados), iluminación LED con regulación automática, y sistemas de gestión inteligente de la demanda.
- Integración de renovables: dimensionamiento de sistemas fotovoltaicos, solar térmica o geotermia para cubrir la mayor parte posible de la demanda energética.
- Gestión energética avanzada: BMS con monitorización en continuo, algoritmos de control predictivo y optimización de cargas.
- Compensación residual: en caso de que la producción renovable in situ no cubra el 100% de la demanda, se recurre a energía eléctrica adquirida con garantías de origen o a mecanismos de compensación certificados de emisiones.
En estas condiciones, el edificio no realiza aportaciones netas de CO₂ a la atmósfera durante su fase de operación, garantizando la neutralidad climática de acuerdo con normativas europeas y estándares internacionales.
Diseño sostenible y eficiencia energética
La edificación sostenible se basa sobre pilares ya asentados que se pueden aplicar casi a cualquier tipo de construcción.
Por descontado, la personalización es imprescindible de acuerdo con las necesidades de cada edificio, pero algunas de las características más generales son las siguientes:
- Uso de materiales sostenibles y reciclables.
- Prioridad en sistemas de aislamiento de máxima eficiencia.
- Diseño que prioriza una orientación óptima de acuerdo con la iluminación natural que puede aprovecharse.
- Fachadas con diseño y materiales que maximizan la entrada de luz natural.
- Planificación del edificio con integración en el entorno donde se ubica y con la naturaleza en su propio interior, como el uso de jardines verticales o cubiertas verdes.
- Gestión sostenible de los residuos.
- Instalaciones adecuadas y optimizadas para el tipo de servicio que deben dar y coordinadas con la arquitectura de modo eficiente.
El diseño sostenible de un edificio tiene entre sus principales componentes la eficiencia energética.
El uso de instalaciones de climatización aplicando las nuevas tecnologías es imprescindible para alcanzar este objetivo, mientras que su vinculación con energías renovables permite reducir a cero las emisiones de carbono, entre otras ventajas.
Adicionalmente, la conexión a un sistema de gestión técnica centralizada (BMS) garantiza el control en continuo de la demanda, la optimización de cargas parciales, el mantenimiento preventivo predictivo y la integración con algoritmos de eficiencia energética basados en inteligencia artificial. Todo ello no solo contribuye a la neutralidad climática, sino que también mejora el confort higrotérmico, la calidad del aire interior, la resiliencia operativa del edificio y la reducción del coste global de explotación (OPEX).
Energías renovables y reducción de emisiones
La eficiencia energética en edificación se sustenta en la interacción entre un aislamiento térmico de altas prestaciones, con baja transmitancia, control de puentes térmicos y elevada hermeticidad y la aplicación de sistemas de climatización avanzados con altos valores de rendimiento estacional (SEER, SCOP). Esta combinación constituye la base para minimizar la demanda energética global del edificio.
No obstante, hoy en día es posible optimizar significativamente los resultados mediante la incorporación de instalaciones capaces de gestionar en tiempo real el suministro de recursos térmicos y eléctricos a las necesidades instantáneas de cada espacio de un edificio.
Las instalaciones fotovoltaicas en hospitales permiten aprovechar recursos energéticos sostenibles, reducir el consumo de energía proveniente de sistemas convencionales y mantener un servicio con garantía de calidad tanto para profesionales como para pacientes.
Un complemento cada vez más consolidado en estos proyectos es la instalación de sistemas basados en aerotermia, considerada una tecnología que aprovecha una fuente renovable, como es la energía del aire ambiente, para aportar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria.
La aerotermia constituye, por tanto, una solución estratégica para la electrificación de la climatización y el ACS en edificios que no producen emisiones de CO2 a la atmósfera y en entornos hospitalarios, donde la fiabilidad, la eficiencia en cargas parciales y la integración con sistemas fotovoltaicos resultan determinantes para alcanzar los objetivos de descarbonización.
Descarbonización y eficiencia energética en entornos hospitalarios
En Sener desarrollamos soluciones integrales de ingeniería para instalaciones hospitalarias con un fuerte enfoque en sostenibilidad, eficiencia energética y neutralidad climática. Nuestra experiencia nos permite implementar estrategias que reducen significativamente el impacto ambiental del funcionamiento de estos centros.
Estrategias clave para la neutralidad en carbono
El objetivo de alcanzar un balance neto de emisiones de carbono requiere abandonar completamente el uso de calderas convencionales y, con ello, eliminar la dependencia de combustibles fósiles. Esto permite eliminar por completo las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la generación térmica.
Como alternativa, proponemos la integración de sistemas de aerotermia y recuperación de energía. En escenarios reales, más del 90% de la energía térmica utilizada para climatización y producción de ACS puede proceder de la recuperación de calor, generando ahorros energéticos anuales muy significativos. En entornos hospitalarios dicho ahorro es factible dada la simultaneidad de demandas térmicas y frigoríficas a lo largo del año, lo que permite la utilización óptima de sistemas de recuperación de energía, como pueden ser las plantas enfriadoras con recuperación del calor de condensación o los equipos polivalentes.
Impacto ambiental y beneficios
La aplicación de criterios de diseño sostenible en centros hospitalarios permite obtener mejoras sustanciales en su comportamiento energético y ambiental:
- Sistemas de refrigeración ecológica de alta eficiencia con bajo impacto en la huella de carbono.
- Instalación de sistemas fotovoltaicos capaces de cubrir una parte importante del consumo eléctrico vinculado a climatización.
- Tecnologías de producción térmica basadas en aerotermia, con ahorros hídricos anuales muy significativos frente a soluciones tradicionales.
- Sistemas de reutilización de aguas grises.
- Eliminación completa del uso de combustibles fósiles y reducción a cero de las emisiones directas de CO₂ a la atmósfera.
Innovaciones y buenas prácticas en el sector
Los sectores de construcción y diseño encuentran en las innovaciones actuales un camino viable hacia la máxima sostenibilidad y eficiencia en cualquier tipo de proyecto que se desarrolle.
Siguiendo unas buenas prácticas en este ámbito es posible conseguir objetivos como la descarbonización de hospitales o, en general, construir edificios con cero emisiones que garanticen también un confort óptimo a todos los residentes.
Cada vez hay más estrategias y recursos que pueden aprovecharse, pero en general, las directrices más recomendables o buenas prácticas para estos proyectos incluyen acciones como las siguientes:
- La reutilización de recursos, sobre todo del agua, permite obtener un ahorro considerable al mismo tiempo que facilita otros servicios como el riego de plantas y jardines.
- Las cubiertas ajardinadas reducen el calor interior de los edificios y, por tanto, el consumo energético necesario para un confort térmico apropiado. Además, favorecen la creación de espacios privados más saludables.
- La envolvente térmica y el aislamiento son dos factores clave para que un edificio sea sostenible.
- Sistemas de producción que no precisen combustibles fósiles es básico para poder obtener un Hospital NetZero.
- Las energías renovables y los nuevos sistemas de climatización representan una inversión rentable, tanto por el servicio que ofrecen como también por la eficiencia energética que garantizan. Son aplicables en cualquier proyecto y compatibles entre sí, para aprovechar aún mejores prestaciones.
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